lunes, 16 de marzo de 2015

Definición IV: SORORIDAD

Volvemos a la carga con la definición de uno de nuestros conceptos favoritos: sororidad. Porque, recordad, SIEMPRE sororidad.


Marcela Lagarde define la sororidad como “una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas formas de opresión y a apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y el empoderamiento vital de cada mujer”.


La sororidad tiene un principio de reciprocidad que potencia la diversidad. Implica compartir recursos, tareas, acciones, éxitos y un largo etcétera. Reconocer la igual valía, está basado en reconocer la condición humana de todas. Otro aporte de la sororidad, es dar a conocer las aportaciones de las mujeres, para construir la valoración no sólo de la condición humana, sino de también de sus hechos. Debemos aprender a querernos entre nosotras, y también a respetarnos, ya que hemos sido educadas para lo contrario. La sororidad es una política que trata de desmontar la misoginia, acción básica para el empoderamiento de las mujeres y la construcción de la igualdad. Las mujeres debemos empoderarnos, no sólo individualmente, sino también colectivamente.


La palabra sororidad deriva de la hermandad entre mujeres, al percibirse como iguales que pueden aliarse, compartir y, sobre todo, cambiar su realidad debido a que todas, de diversas maneras, hemos experimentado la opresión. La francesa Gisele Halimi, llama a esta nueva relación entre las mujeres sororité, del latín sor, cuyo significado es hermana. Las italianas dicen sororitá, y las inglesas sisterhood.
La sororidad entiende que quienes han sido despojadas de su condición humana, son objetos del sistema patriarcal, y se ofrece apoyo para que cada cual pueda sobreponerse y optar por transformar su vida interior, su compresión con el mundo, y con ello el lugar que ocupara en el escenario de la sociedad. Debemos construir y unirnos a las redes de sororidad, analizando los problemas, la información, y dando apoyo emocional y psicológico desde la racionalidad empática, escapando así de los mecanismos aprendidos en el patriarcado, de chantaje emocional, manipulación y dogmatismo vital. Individualmente, comprender la sororidad es liberarse de la mezquindad, las envidias y luchas entre mujeres, comprender la amistad entre quienes han sido creadas en el mundo patriarcal como enemigas. En la sororidad se encuentra el camino hacia la eliminación de la enemistad histórica entre mujeres. Debemos convertirnos en hermanas, apoyarnos, empoderarnos y luchar juntas contra la sociedad patriarcal, siempre buscando la felicidad del grupo, a pesar de que la lucha es continua.


En palabras de Marcela Lagarde la sororidad acaba siendo “amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que en encuentran y se reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario”.


Resumiendo, podríamos decir que la sororidad se traduce en hermanandad, confianza, fidelidad, apoyo y reconocimiento entre mujeres, para construir un mundo diferente; teniendo siempre en cuenta que a lo largo de toda la historia, ha habido mujeres que trabajaban para lograr relaciones sociales favorables para ellas y nosotras, recordando siempre que somos diversas y diferentes. Sigamos el ejemplo de nuestras hermanas antepasadas.

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