lunes, 20 de abril de 2015

Recomendaciones I: Cartas desde mi cuarto propio y La mujer rota

¡Hola a todxs!

Hoy lunes os dejamos con dos lecturas recomendas que no podéis perderos.

Cartas desde mi cuarto propio

Erika Irusta, su autora, narra sus perspectivas desde sus reflexiones personales, sobre feminismo, amistad, masturbación, relaciones sexo afectivas, sororidad, contradicciones y menstruación entre otros temas. Ella es pedagoga especialista en educación menstrual y menciona en cada capítulo el ciclo menstrual en el que se encontraba cuando lo escribió. Su objetivo es que todas las mujeres puedan vivir su cuerpo y su ciclo menstrual desde el autoconocimiento y, por supuesto, desde el placer. La autora escribe desde la ironía, el humor y la sinceridad, y también lo hace en su blog “El camino de rubí” en el que publica con frecuencia. De hecho, este libro que os recomendamos surgió debido al éxito que tuvieron dos entradas del blog tituladas “Menstrual mola” y “Menstruar sigue molando”. Sin duda, la lectura de este libro ayuda a ver la menstruación de una manera más natural, y a asumir contradicciones y situaciones en las que las mujeres feministas nos vemos día a día.



La mujer rota
Esta obra evidencia y crítica como el patriarcado nos hace ser sumisas, devotas, dependendientes ante el amor. Desde pequeñas nos adoctrinan con la idea de que lo mejor que te puede pasar en la vida es encontrar a un hombre maravilloso y formar una familia. Este mensaje es consecuencia de que muchas nos sintamos desgraciadas y perdidas cuando esta idea fracasa, que es muchos casos es así, y esto conlleva un gran sufrimiento, pues somos presas de la dependencia y del amor romántico.

Se trata de un libro de Simone de Beauvoir compuesto por tres relatos: "La edad de la discreción", "Monólogo" y "La mujer rota". Los tres relatos son protagonizados por una mujer, y tienen en común que ésta se encuentra en un momento crítico en su vida, de desesperación, soledad, angustia, rabia, depresión, frustración y tristeza, debido a que llegan a una mediana edad, y su vida matrimonial y familiar se ha desmoronado. Son distintas historias y distintas situaciones, pero las tres evidencian las consecuencias de vivir a través de los demás, de dedicar nuestra vida a los otros, de no tener aspiraciones personales ni independencia. Es un libro escrito en la época en que el éxito o fracaso en la vida de una mujer se medía en los términos de éxito o fracaso de su pareja y que, a pesar del tiempo transcurrido, refleja muy bien la situación de muchas mujeres en la actualidad, que en muchos aspectos ha variado muy poco. En palabras de su autora, “La mujer rota es la víctima estupefacta de la vida que ella misma se eligió: una dependencia conyugal que la deja despojada de todo y de su ser mismo cuando el amor le es rehusado”. Las mujeres debemos y tenemos derecho a vivir nuestra propia vida, con independencia emocional, económica y sexual, y estamos en la obligación de ayudar a las hermanas que se sienten culpables, solas y desgraciadas, ante la ruptura de su familia heteronormativa ideal.


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